Cuando una empresa comete errores, lo que sucede depende del
grado o nivel del error y del grado o nivel del error de quien lo comete. Evitarlo no siempre es
sencillo pudiendo llegar a
degenerar y provocar el declive.
Morir de éxito . Lo puedes leer en 3 minutos
Nokia
consiguió el dominio de un sector nuevo y en claro auge:
El
gran acierto estratégico que pocas empresas han conseguido llevó a Nokia a
finales de los ochenta a ser el líder mundial fabricando teléfonos móviles; uno
de cada tres teléfonos móviles del mercado era Nokia. Lo que sin duda le permitió obtener excelentes
beneficios.
Apenas
una década después perdió esa posición de privilegio, llegando casi a
desaparecer. Para sobrevivir tuvo que realizar una alianza estratégica con
Microsoft para acabar siendo totalmente absorbida por la empresa de Bill Gates.
¿Qué
es loque le sucedió a la multinacional finlandesa de telefonía móvil?
Las
respuestas podrían ser del tipo: se confiaron, no acertaron con los procesos de
innovación, perdieron talento, se hicieron demasiado grandes y pesados perdiendo
agilidad, etc. Pero la realidad es algo más simple y sencilla de lo que parece:
Los procesos de deterioro de las empresas pasan por una dinámica perjudicial y negativa que se instala en las grandes
firmas de dimensiones globales, que es como un virus difícil de detectar que
acaba contagiando a toda la organización. A Nokia le sucedió lo que a tantas
otras empresas de éxito:
Se
dejó llevar por la autocomplacencia.
Lo
que le llevó a dejar de entender los mensajes del mercado, no haciendo caso de
lo que le decían los usuarios.
¿Cómo
empezó la catástrofe?
Agarrarse al éxito es algo efímero e inconsistente, por grande que este sea. Los directivos de Nokia
reconocen que no vieron la evolución del mercado y se agarraron a su modelo de
teléfono y a un modelo de gestión erróneo. Todos estaban más preocupados por
promocionarse que por el producto en el que estaban trabajando.
Cuando
la situación empieza a complicarse, la presión se incrementa. Los accionistas
presionan para incrementar beneficios, el mercado presiona pidiendo incrementar
ventas. Se incrementa la preocupación más
por las exigencias de la dirección, que por las demandas del mercado. La
dirección solo quería oír buenas noticias, nada de problemas, nada de obstáculos.
Los informes que recibían los directivos no reflejaban la realidad, eran los
que querían oír y eso es lo que tenían, produciendo además un efecto
multiplicador. Se fue construyendo una organización en la que lo primordial era
saber venderse y no analizar los
problemas reales y las objeciones, llevando a los altos directivos a
desarrollar una percepción demasiado
optimista de la capacidad tecnológica de la organización.
Todo
ello en un entorno de creciente competencia propiciado por un incremento
continuado de la demanda, en el que los competidores aprovechaban la situación
avanzando y conquistándole cuota al Líder, que sin remedio empezaba a morir de éxito, sumido en su propia autocomplacencia.
No
ver la realidad del mercado y no reaccionar terminó con el liderazgo de Nokia, que acabó en manos de Microsoft.
La
clara enseñanza de NOKIA: No dejarse llevar por el éxito.
“No caer
nunca en la autocomplacencia”
“Mantener la cultura de la honestidad, de la humildad”
“Propiciar la cooperación
dentro de la organización”
La
componente más importante de la ejecución de cualquier estrategia es la de:
gestionar bien las personas y sus
emociones.
Las emociones en la empresa son la derivada de la
cultura que imprime la cúpula directiva.
Si
premias el saber venderse, no quieres oír objeciones, penalizas el sentido
común, incentivando el propio interés, buscando solo el corto plazo estás
condenado al fracaso.
Reflexión
“El éxito es un pésimo profesor. Seduce a la
gente inteligente para que piense que no puede perder”
Bill
Gates. Cofundador de Microsoft
La
frase
“Lo peor es la autocomplacencia. En esta compañía nunca nos hemos
confiado. Yo nunca me quedaba contento con lo que hacía y siempre he tratado de
inculcar esto mismo a todos los que me rodean”
Amancio
Ortega. Empresario Fundador de Zara
¿Crees que
se puede morir de éxito? Escribe tu respuesta abajo en comentarios. ¡¡ Muchas Gracias
!!
"La
Mirada Critica"
de Benicio Orozco
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Fuentes:
The giant in the palm of your hand http://www.economist.com/node/3644543
http://knowledge.insead.edu/strategy/what-could-have-saved-nokia-and-what-can-other-companies-learn-3220
http://asq.sagepub.com/content/61/1/9
Muy interesante la nota, creo que aplica a las empresas y a las personas. Estoy muy de acuerdo con lo que dice. Sin embargo, parece que hablamos solo de una porcion de "los ingredientes para el exito", y creo que "saber venderse" tambien es vital para el exito, tiene mas que ver con abrir puertas, mientras que esta nota mas alineada con "la humildad" tiene mas que ver sostener el exito o atravezar airoso los problemas. Valoro opiniones, ¿"Saber venderse" o "humildad"?
ResponderEliminarGracias!
Nicolas
Interesante reflexión Nicolás
EliminarExcelente pregunta:¿Saber venderse o humildad ?
Yo no haría discriminacion y podemos elegir ambas, creo que es necesario saber venderse siempre con humildad y no caer nunca en la autocomplacencia
Muchas gracias Nicolás Me gusto tu punto de vista
Existe un frase en las redes que dice:
ResponderEliminar"El Éxito es un deporte en equipo. El trofeo se vuelve tan grande, que ya no puedes cargar tu solo con él"
Es muy cierto lo que dices: no conozco a nadie que haya conseguido el éxito sólo
EliminarSiempre es labor de más de uno y efectivamente el trofeo se comparte
Muchas gracias por tu frase
Un abrazo
Las empresas se miden por los resultados, sin tener en cuenta algunas que éstos llegan porque hay detràs unos profesionales, un equipo... sea desde la base o de la dirección, pero un equipo. Como dice el dicho: Las vacas, si están contentas, dan mas leche !!
ResponderEliminarEsa es una realidad con la que coincido y que ademas he podido constatar en muchas empresas. El equipo motivado es un componente necesario para mejorar los resultados. Y aún así no permitir caer en la autocomplacencia.
EliminarMuchas gracias por tu aportación. Un abrazo