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En
una ocasión siendo yo jefe de producto, uno de los vendedores concertó una
entrevista con un cliente muy importante que sabíamos que estaba trabajando con
la competencia.
Nos recibió el jefe de compras, al que seguramente según la
clasificación de la consultora Nielsen podríamos clasificar como “comprador en piloto automático indiferente”,
aquel comprador mostraba poco apego a la marca o al producto con tal de que
cumpliera con el mínimo exigido, y no dudaba en cambiar de marca buscando
obtener básicamente un mejor precio.
Una vez nos hubimos presentado, entregando
nuestra tarjeta de empresa y haberle hecho una breve exposición de apenas un par
de minutos, antes de seguir y para poder
orientar la conversación, le preguntamos que le parecía. No nos había prestado
mucha atención pero en ese momento nos miró fijamente, cogió mi tarjeta de
empresa y mientras la rompía parsimoniosamente en pequeños trozos dijo:
- Tengo el problema resuelto y el
proveedor adecuado, no tengo tiempo que perder y no creo que puedan aportarme
nada.
En
ese momento me quedé frío como el hielo, con una expresión de ira en mi
semblante, que empeoraba por momentos, mirando fijamente al cliente, que
seguramente pensó que iba a agredirle, me levanté, tomé mi cartera de trabajo, saqué
un paquete de tarjetas de visita y las fui echando una a una en la mesa, a la
vez que le decía:
-
Entiendo su reacción y creo que lo
que le hace realmente feliz es romper tarjetas, así pues tómese su tiempo y
disfrutemos juntos.
Fue
un gran fracaso, en ninguno de los escenarios posibles pude llegar a imaginar
aquella reacción. Si, efectivamente, fracasé, en aquella ocasión no conseguí el
objetivo.
Todos
hemos vivido algún fracaso al que nos hemos tenido que enfrentar. Cuando
sucede, piensas que sucede por alguna razón, que hay algo que lo ha motivado.
Al
fracasar crees que no puedes tener éxito, crees que estás predestinado al
fracaso, crees que no dispones de los recursos necesarios para tener éxito,
llegas a creer que incluso teniéndolos no te van a servir de ayuda. Crees que
es más fácil dejar de intentarlo, que no se puede hacer, que es demasiado duro,
que no vale la pena el esfuerzo.
Podemos
analizar todos estos motivos uno a uno, no importa mucho cuál o cuáles de ellos
crees que son los que han motivado
tu fracaso. Sea el que sea, tengo que decirte que estás equivocado, totalmente
equivocado: Nunca fracasarás mientras sigas intentándolo.
Todos
hemos vivido algún acierto al que
nos hemos tenido que enfrentar. Cuando sucede, piensas que sucede por alguna
razón, que hay algo que lo ha motivado.
Aunque
crees que es difícil de acertar, crees que vale la pena el esfuerzo, que vale
la pena pagar el precio y lo pagas. No dudas que los recursos de que dispones
te puedan ayudar y te ayudan. Crees que
puedes acertar y aciertas, quizás no de inmediato, pero si con el tiempo… no
renuncias: Nunca dejas de intentarlo.
Podemos
analizar todos estos motivos uno a uno, no importa mucho cuál o cuáles de ellos
crees que son los que han motivado
tu acierto. Sea el que sea, tengo que decirte que estás en el camino correcto,
con toda seguridad acertarás si sigues intentándolo.
¡¡¡ Te toca elegir !!!
Es
tu decisión, tú eliges en que vas a creer. Actuarás según las creencias que hayas
elegido. Y vas a obtener el resultado, que será
fracaso o éxito como consecuencia de tu elección. Tienes que elegir,
tienes que hacerlo…. todos los días.
¡¡¡ Elige sabiamente, tú eres el
autor de tu futuro !!!
El
éxito significa diferentes cosas para diferentes personas. Cada uno de nosotros
tenemos diferentes deseos. La clave es determinar cuáles son tus deseos como
profesional y hacer de ellos la meta para trazar el camino y conseguirlos. El éxito es alcanzar
dignamente la meta y ver cumplidos tus
deseos.
Tener
éxito no significa que tienes que ser el mejor o el más productivo o conseguir el primer puesto del equipo. El
éxito no es eso. El éxito es interno y significa lo que tú quieras que
signifique para ti.
Pregunta
¿Que sería necesario para que te definas a ti mismo como una persona de
éxito?
Reflexión
Tu
modo de pensar afecta poderosamente tu enfoque en el viaje al éxito
John Maxwell. Escritor y orador
La frase
Los que renuncian son más numerosos
que los que fracasan.
Henry
Ford. Ingeniero y empresario norteamericano (Dearbon, Michigan)
Posdata:
Con el tiempo aquel cliente y yo acabamos siendo amigos, después de aquella
primera reunión continué contactando con él
y visitándole con regularidad, después de casi dos años conseguimos un
primer pedido.
Escribe abajo en comentarios
que sientes al fracasar y que sientes cuando consigues el éxito.
¡¡ Muchas Gracias !!
"La Mirada Critica"
de Benicio Orozco
Ya cuando te conoci intui de algún modo la fuerza que tu persona desprendia. Crees en el ejemplo y te entregas perseverando en un buen fin por encima de sentimientos inmediatos que con frecuencia son reactivos y erroneos en el tiempo. Hay muy pocos como tú. Transmites.
ResponderEliminarSon las personas y la gente como tu quienes inspiran comportamientos
ResponderEliminarEs un lujo contar con tus comentarios y valoraciones
Muchas gracias JM
Un abrazo
Benicio, es lo que tiene haber hecho la mili en Cerro Muriano.
ResponderEliminarHola Andrés, me alegro, Lo bien cierto es que en aquella ocasión no tuve mucha elección.
EliminarMuchas gracias Andrés.
Un abrazo