Bienvenido a mi blog

El mejor viaje es la propia vida

Lo puedes leer 3 en  minutos 
Después de la propia imaginación el avión es el mejor sistema para viajar grandes distancias, cruzar mares, océanos, continentes... Está diseñado para los grandes viajes, para aquellos que te llevan a lo desconocido.

El coche o el tren tienen una connotación distinta, de mayor cercanía, son más habituales. Del avión siempre se esperan cosas importantes, quizá porque despegar los pies del suelo  es algo que a todo ser humano se le antoja un acto imprudente, irreflexivo, que implica cierta pérdida de control, pero que hace que la vida parezca una aventura y hasta merezca la pena exprimirla hasta sus últimas consecuencias.

No hace demasiado tiempo, en otoño de 2014 mi esposa y yo pudimos ver cumplido un sueño, un anhelo, un deseo; visitar Paris

Ese asunto que tienes pendiente, que no olvidas, del que hablas en cada momento de intimidad y que lo vas dejando porque siempre hay algo “más importante” o “más urgente” que te  impide llevarlo a cabo.

Finalmente y gracias a mis hijos; ellos nos lo regalaron sin posibilidad de retorno, hicieron el milagro posible. Ya no había nada “más importante” ni “más urgente” que nos impidiera viajar a París.

Sin salir de nuestra ciudad empezamos a disfrutar París preparando cada momento, reuniendo la información de cada lugar, preguntando qué hacer y donde ir a los amigos que ya habían estado, escuchando consejos y recomendaciones, disfrutando intensamente cada minuto hasta el día del vuelo.

En el vuelo hacia Paris, el aparato entró en una zona de turbulencias que comenzó como un movimiento leve y acabó con el avión bamboleándose de lado a lado, con las alas apuntando al cielo y al suelo alternativamente. El comandante, sereno, pidió al pasaje que mantuviera los cinturones de seguridad abrochados y nada más terminar de hablar se escuchó un gran estruendo en la parte trasera. Los rostros que inicialmente eran de nerviosismo, se tornaron de pavor cuando una de las azafatas se lanzó literalmente a un asiento vacío y se coloco el cinturón. Si ella tenía miedo es que la situación era realmente alarmante. Entonces un pasajero soltó una frase lapidaria: “para que queremos el cinturón si vamos a morir todos”, dijo. Inmediatamente, las turbulencias cesaron, la azafata recobró la verticalidad y comenzó a recoger las latas de bebida que habían rodado por el pasillo después de que se cayera el carro del catering con todo su sonido metálico que pareció que por lo menos se había roto la cola del avión.

Recuperada la normalidad, la frase de aquel pasajero hizo reconvertir los rostros de miedo en caras cómicas para demostrar lo sencillo que es viajar del cielo al infierno en apenas un segundo. 

El vuelo acabó sin novedad.


Ya en París cumplimos con todo lo planeado; 
foto desde último piso de la Torre Eiffel, 
“Paris Romántico” navegando por el Sena, 
París Lúdico” cenando en el Moulin Rouge
paseo por los  Campos Eliseos y sentir el glamour de hacer shopping en las Galeries Lafayette.

 





Siempre pensaremos  que  “Paris bien vale unas turbulencias…”

Lo que seguramente no alcanzó a pensar el involuntario protagonista es que 
“el mayor viaje es la propia vida”.

Quizá tampoco llegó a reflexionar que en realidad los grandes viajes son los que se sueñan y no los que se hacen, aunque sean a la vuelta de la esquina, porque soñar es viajar…


Reflexión
Está bien tener un final para un viaje, pero al final, es el viaje lo que importa.
Ernest Hemingway. Escritor y periodista estadounidense del siglo XX.


La frase
Viajar es vivir.
Hans Christian Andersen. Escritor y poeta Danés (El patito Feo)


“ 3 cosas que aprendí mientras mi avión se estrelló”  
Ric Elias tenía un asiento de primera fila en el vuelo 1549, el avión que aterrizó de emergencia  en el río Hudson en Nueva York en enero de 2009. ¿Qué pasó por su mente mientras el condenado avión bajaba? En TED, él te cuenta su historia en público por primera vez.
Te lo recomiendo. Este es el enlace. No te lo pierdas.



Cuéntanos donde fue tu mejor viaje. Escríbelo abajo en comentarios.
¡¡ Muchas Gracias !!
"La Mirada Critica"de Benicio Orozco


Si te gustó este post  INSCRIBETE SIN COMPROMISO, teclea tu email arriba a la derecha del título del post, donde dice:

 

INSCRIBETE para recibir las publicaciones.

Sin compromiso. Introduce tu email. Gracias

 

1 comentario:

  1. Viajar es recibir una gran variedad y cantidad de sensaciones por encima del nivel que percibimos en la vida cotiduana. Se percibe cada momento con mas intensidad, lo que ves lo que oyes lo que gustas las risas las gentes los lugares los paisajes, porque lo deseas y te predispones en tal sentido, es una buena manera de sentir, aunque un lujo al que solo se accede cuando se puede por lo que no hay que hacerlo objeto de culto, y aprender/recordar que también la vida diaria si te fijas en ella también te sorprende y aporta todas esas sensaciones a cada momento.

    ResponderEliminar

Entradas populares